LA LOMLOE

La LOMLOE (Ley Orgánica 3/2020) es la norma que regula actualmente el sistema educativo en España. Fue impulsada por el gobierno del PSOE y busca renovar muchos aspectos de la educación. Esta ley se centra principalmente en el desarrollo de competencias, más que en la simple transmisión de contenidos. También propone formas de enseñar más activas, prácticas y participativas, como el aprendizaje basado en proyectos o el uso del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), pensando en la inclusión y en la diversidad del alumnado.

Después de lo visto y comentado en clase acerca de esta ley me he parado a pensar en cómo se relaciona con mi propia experiencia como alumna, ya que en mi etapa de bachillerato fue cuando se produjo el cambio de la LOMCE a la LOMLOE. 

En primer lugar, me he dado cuenta de que no noté un gran cambio cuando entró en vigor la LOMLOE a lo que se refiere con el desarrollo de competencias, ya que en mi instituto siempre se le había dado mucha importancia a los trabajos prácticos y a aprender proyectos. Los trabajos en equipo, las exposiciones orales y las actividades grupales se daban en prácticamente todas las asignaturas desde 1º de la ESO, ya que se buscaba una educación más completa, que no solo se centrara en memorizar contenidos, sino también en desarrollar habilidades como la comunicación, la colaboración o la creatividad. Por ello , a pesar de que uno de los objetivos de esta ley es fomentar metodologías más activas, a mí no me sorprendió porque era algo que ya formaba parte de la forma de enseñar de los profesores de mi instituto. 

Sin embargo, en cuanto a la evaluación, sí que noté que en bachillerato se le seguía dando un gran peso a los exámenes, ya que la mayoría de las asignaturas eran bastante teóricas. La LOMLOE propone un cambio hacia una evaluación más competencial y menos centrada solo en los exámenes, pero en los cursos de bachillerato de mi instituto ese cambio no se notó mucho porque, al estar tan cerca la EBAU, los profesores preferían seguir preparando mucho la teoría para esos exámenes finales. Aun así, sí que había algunos trabajos prácticos, presentaciones o proyectos en asignaturas como Historia o Filosofía, que nos permitían reflexionar más. Por eso, aunque la ley propone una evaluación más variada, combinando los elementos teóricos con los prácticos, en mi instituto se mantuvo más centrada en la parte teórico. 

Otro aspecto que señala la LOMLOE es la inclusión. La ley habla de adaptar las clases con el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) para que todos podamos participar. En mi colegio esto no me supuso tampoco un cambio muy grande ya que, cuando había algún alumno con alguna necesidad educativa se le adaptaban los materiales, por ejemplo los exámenes, o se le daba más tiempo para realizarlos. Recuerdo que cuando era más pequeña, me parecía un poco injusto que en clase hubiera exámenes más "fáciles" que otros, pero ahora que estoy estudiando para ser profesora me doy cuenta de que esos exámenes no es que fueran más fáciles, sino que estaban adaptados a las necesidades que tenían esos alumnos. Este aspecto de la ley me parece muy importante ya que considero que la educación no puede ser la misma para todos, ya que cada uno tiene sus propias facilidades y dificultades, y hay que tratar de que sea lo más justa para todos. 

La ley también le da gran importancia a la orientación educativa con el objetivo de que el alumnado tome decisiones estando informado. En mi instituto yo recuerdo que para escoger que bachillerato queríamos teniendo en cuenta las carreras a las que luego podíamos llegar con según qué bachillerato, al igual que nos informaban de las diferentes salidas que había a parte de hacer bachillerato, como por ejemplo un grado medio. Si que considero que, a pesar de que está muy bien que nos informen de las diferentes salidas que podemos escoger en nuestro futuro, también nos podrían  haber dado alguna charla donde nos enseñaran por ejemplos a buscar becas, o una cosa que eché mucho en falta fue el cómo hacer la matrícula de la universidad, que como no nos habían explicado nada a la hora de hacerla yo estaba un poco perdida. 

En resumen, la LOMLOE trae buenas intenciones: más competencias, más inclusión y mejor orientación. Sin embargo, en mi experiencia he podido ver que depende mucho su impacto del centro y de los profesores, ya que cada uno lo puede hacer a su manera. Algunas mejoras que trae esta ley, como los ajustes para la diversidad o las charlas de orientación, sí que las viví, pero sin embargo, otras como cambiar la manera de evaluar en bachillerato, apenas se notaron porque la EBAU sigue siendo lo más importante. Por ello creo que la ley marca el camino, pero para que se note de verdad se necesitan recursos, formación y, sobre todo, tiempo para que los cambios se consoliden en todas las aulas.